sábado, 27 de agosto de 2011

Reforma laboral anti-obrera facilitaría privatización de la educación pública

2011-08-15



Los tiempos que corren, son tiempos propicios para la transformación de la sociedad. Nada permanece sin participar de cierta conmoción. La crisis es generalizada surge desde los cimientos de las estructuras que se pensaban más sólidas.

Los gobiernos serviles al imperialismo y a las oligarquías, tratan de encontrar un punto de apoyo para imponer sus reformas privatizadoras, destructoras de las conquistas de los trabajadores y de las obtenidas por todos los pueblos, en su lucha incesante por liberarse de la voracidad de los capitalistas; mientras eso intentan, para obedecer a los organismos financieros internacionales y sus diversas aduanas (el FMI, el BM, el BID, la OMC, la OCDE, etc.), las crisis del propio sistema se suceden en cascada.

Mal pueden ponerse de acuerdo los actores del poder sobre las causas, la magnitud, los alcances de estas crisis, ya tienen una serie de medidas para enfrentarlas. Estas medidas siempre conducen al sacrificio de los trabajadores, significan un aumento del desempleo y sobre todo del subempleo y la sobreexplotación de la fuerza de trabajo.

Pero esta vez la crisis es de mayor profundidad. El llamado primer mundo, modelo impuesto por décadas para nuestra tan pregonada salida -algún día- del “subdesarrollo”, también se debate entre dos asaltos: por una parte, los intentos por arrebatar las ya mencionadas conquistas y por otra, los recortes presupuestales, los despidos, las medidas de austeridad, en pocas palabras el hambre y la pobreza. La problemática de los migrantes, los conflictos interétnicos, religiosos, etc., despedazan todavía más al viejo mundo, porque ante estos, el imperio del dinero solo ofrece engaños, represión y un cínico oportunismo.

Más aún, el país que ha hegemonizado el dominio capitalista al término de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos de Norteamérica, se está hundiendo después de años de intentar maquillar su insolvencia y sin poder resolver las graves contradicciones que lo sorprenden a cada paso. Es de esperarse que busque mantener el poder que ha acumulado a como dé lugar. También es lógico esperar que otros quieran ocupar el lugar hegemónico para ejercer el dominio del gran capital. La crisis capitalista complica enormemente la vida para millones de seres humanos en todo el planeta y para nuestro país, de manera muy singular.

México está en una de las más profundas crisis en todos los planos (económico, político, social, ambiental, etc.). Nuestro país se aleja del estado de derecho, en sus diversos aspectos. Sobre todo en el de los derechos humanos con cuando menos 50 mil muertos y una cantidad incierta pero muy alta en miles, de desaparecidos durante el último sexenio, en un tipo de destrucción de tejido social, sin precedentes en nuestra historia.

Lo más grave es que esta dinámica está siendo dirigida por quienes detentan el poder político en nuestro país hacia el encubrimiento de una nueva guerra sucia en contra de todos sus opositores. Se criminaliza la lucha social. Crímenes como los cometidos en contra de familias enteras que han denunciado el asesinato de sus familiares, así como la persecución, por parte de esos asesinos (sospechosamente protegidos), con tal de obligarlos a callar; como lo hicieron contra la viuda y otros familiares del emblemático maestro Lucio Cabañas Barrientos, [fundador en 1967 del Partido de los Pobres], por exigir al estado la creación de una Comisión de la Verdad para esclarecer los crímenes cometidos durante la guerra sucia de los años sesentas y setentas. El procurador guerrerense dice que es más viable investigar la línea de un aumento de hechos delictivos en la región. Mientras aumentan los muertos, cierta gente puede morir. Esto es represión político-social encubierta.

Para los trabajadores de la educación está claro que la reforma laboral anti-obrera que se cocina en los tres poderes, facilitaría la privatización y el despojo legal emprendidos con las reformas a la Ley General de Educación, la mal llamada Alianza por la Calidad de la Educación y ahora, la también mal llamada Evaluación Universal, que en realidad pretenden sojuzgar al maestro y arrebatarle la inamovilidad de su plaza base. Dicha reforma laboral convertiría en “legal”, mucho de lo que hoy todavía es ilegal, desconociendo, sin el menor empacho, los cimientos de todo otro derecho.

Por muchos años se ha pretendido mostrar a Chile como el modelo a seguir en materia de reforma educativa. Del discurso aparentemente aperturista de los proyectos, la reforma dio paso al sistema por competencias, al principio en una línea integralista y centrada en lo cualitativo, hoy descaradamente positivista, en una línea cuantitativista que se ocupa, casi exclusivamente, del saber hacer. Exámenes como instrumentos rasos, antipedagógicos e inquisidores cuyos resultados se traducirán en indicadores para aprobar o reprobar a alumnos y despedir maestros. Del discurso ideológico de las competencias para la vida, al intento rapaz de reducir todo lo que hace el maestro a competencias laborales. Los maestros de la hermana República de Chile, en estos días salen a las calles acompañados por los padres de familia, sus aliados naturales, para repudiar las 80 horas extras que se les hacen laborar (como intentan con nosotros), para exigir que la educación no sea objeto de lucro y también para obligar al Estado a cumplir su obligación de garantizar al pueblo una educación pública. ¿Querrá la Secretaría de Educación Pública que sigamos tomando como modelo a los profesores de Chile? ¿Pensaban que todo sería sumisión y paciencia?

En el país una Elba Esther Gordillo Morales puede matar, robar, ir contra sus representados formales, presumir en entrevistas sus trampas políticas, exhibirse al lado de un Calderón débil que la necesita para mantener el control, etc., etc. Estará ahí mientras no pongan a otro (aunque se diga disidente). Pero el charrismo caerá hasta que los maestros de base nos atrevamos a organizarnos y conquistar el SNTE, llevando a la práctica la democracia sindical con una dirección de clase, a fin de lograr el propósito que creó hace casi 32 años a la CNTE. Convertir al SNTE en un instrumento de lucha para los trabajadores de la educación en México. Luchar por la democratización del SNTE, de la Educación y de todo el País.

El capitalismo está en serios problemas y busca reestructurarse sin importarle el costo de vidas y sufrimiento de los pueblos. No morirá de muerte natural y ha aprendido muchas formas de resurgir. Sólo los trabajadores pueden dar inicio a otro mundo, basado en principios realmente distintos.

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