TLAXIACO, Oax.- Con toques eléctricos, palos, y amarrados del cuello, pies y manos dos presuntos ladrones fueron torturados en la población de Santa María Cuquila, luego de un asalto a una caja de ahorro que dejó como saldo tres personas heridas, una de ellas de gravedad.
Ante la mirada atónita de agentes de la Policía Estatal, agentes ministeriales, ciudadanos enardecidos golpeaban a un par de ladrones. Uno de ellos quedó amarrado de pies, manos, cuello, y los ojos sangrando, dijo llamarse Roberto Camancera, originario de la población de Ixpantepec, Nieves, perteneciente al municipio de Silacayoapan, quien aceptó ser contratado por unas personas para conducir un vehículo, pero también dijo que una persona integrante del cabildo de la población estaba involucrado en el robo, pero no reveló su identidad.
El segundo ladrón, Felipe Cruz Bautista, quien mediante toques con cables eléctricos dijo desconocer de qué lo acusaban, aseguró que sólo que transitaba por el lugar a gran velocidad rumbo para su comunidad que es San Juan Mixtepec. Pero esa declaración no bastó a los vecinos, quienes le rociaron gasolina para hacerlo confesar, pero el presunto ladrón negó las acusaciones.
Añadió que fue policía de su pueblo, fue torturado hasta quedar inconsciente. Más tarde fue trasladado a un cuarto al que se negó la entrada a los medios y corporaciones.
Bloquean accesos
Habitantes de Santa María Cuquila, tras el robo de una caja de ahorro, bloquearon los diversos accesos y veredas de la comunidad en protesta a la violencia e inseguridad.
Una columna de más de un kilómetro de largo conformada por vehículos del servicio público y particular, quedaron atrapados a las afueras de la comunidad, luego de que se realizara la detención de dos supuestos asaltantes.
Por su parte, transportistas de carga pesada y del servicio público que se encontraron atrapados en la manifestación, comprendieron el hecho y argumentaron que esto es parte de una situación que se ha salido de control en todo el estado ante la falta empleos, los bajos salarios, la falta de educación, aunado a una disputa de poder que desvía la atención del gobierno de lo que realmente importa en los pueblos de Oaxaca. (Colaboración de Alain ALBARRÁN GRANADOS)
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